Comentario
DISCURSO Y REFLEXIONES POLITICAS SOBRE
EL ESTADO PRESENTE DE LA MARINA EN LOS
REINOS DEL PERU
SU GOBIERNO, ARSENALES, MAESTRANZA, VIAJES, ARMAMENTOS,
PLANA MAYOR DE SUS OFICIALES [Y] SUS SUELDOS; [TRÁTESETAMBIÉN] DE LOS NAVIOS MARCHANTES.
Escritas
de orden del Rey Nuestro Señor
por Don Jorge Juan, Comendador de
Aliaga en el Orden de San Juan y
Don Antonio de Ulloa. Miembros
de la Real Sociedad de Londres,
Socios Correspondientes de
la Academia Real de las
Ciencias de París, y
Capitanes de Navío de la
Real Armada
[PROLOGO]
1. Todos los asuntos a que se dedica la especulación se hacen gustosos al entendimiento que los trata, cuando el genio y la aplicación no se desdeñan de contribuir a ella para perfeccionarlos; pero parece, y no sin algún fundamento, que lo lisonjean más aquellos [asuntos] que se han hecho objeto de la atención, y adquirido un legítimo derecho a ser en ella preferidos, por haber sido también los primeros que la tuvieron en el cuidado, y que ocuparon la inclinación desde aquel tiempo que, desembarazada el alma de las ligaduras de la puerilidad, busca para su más honesta recreación el ejercicio de la racionalidad. Así podemos también asegurarlo nosotros, infiriéndolo de lo que experimentamos, pues, después de haber tratado en un tomo de las observaciones astronómicas y físicas que se hicieron en los reinos del Perú y de la verdadera figura y magnitud de la Tierra, y dado en otros dos las noticias históricas de aquellos países, parece que todo el gusto que tuvimos al escribir aquellas oras se acrecentó con exceso al llegar a formar estos discursos, y que, lisonjeado del asunto el entendimiento, entra en él no como cansado, sino como gozoso de llegar a este paraje para hacer más viva la pintura de lo que en aquellas obras se ha dicho; pues tanto cuanto pudiera el deseo notar en ellas de descuido o de omisión, ha sido precisa advertencia y cuidado, pero a propósito de poderse explayar aquí sin peligro, quedando así reservado a este lugar lo que allí tenía inconveniente tratar.
2. Cosa muy impropia sería que, haciéndose mención en nuestra obra de todas las cosas más particulares que encierra el Perú, de sus ciudades y poblaciones, de sus moradores, costumbres, gobierno, civilidad y comercios, no se diese noticia de las costas, de los puertos, de los arsenales, de la Marina de aquellos reinos y de su gobierno e institución, con todo lo demás de este asunto. Porque, siendo el principal objeto de nuestro viaje el adelantamiento de las ciencias que contribuyen luces a la marina y concurren a su perfección, aunque por senda de otra naturaleza, sería reprensible haber incurrido en el descuido de no especular y notar lo que directamente mira a la marina, ni poder dar las más precisas luces con que registrar abiertamente lo que se ofrece en el Perú sobre este particular. Como la obligación de nuestro encargo nos obliga a no omitir asuntos sobre [los] que pudiese recaer nuestra especulación, no fue el menos atendido el del conocimiento de aquellas costas, puertos y todo lo demás que corresponde a marina, facilitándolo la ocasión de habernos sido forzoso asistir en los arsenales algún tiempo, interviniendo en carenas, en fábricas y en otras obras. Por esta razón podemos tratar de estos asuntos no con menos seguridad y certeza que los demás, y así lo haremos, siguiendo los puntos que corresponden a esta materia, por su orden.